martes, 24 de abril de 2012

Paseando entre libros

Paseando ayer entre libros, disfrutando de un Sant Jordi muy especial para mí, encontré un par de sorpresas, digamos que desagradables:
Esta es una cubierta de ANAYA, con un diseño agradable y atractivo, pero sospechosamente parecido a un diseño que realicé para otra editorial y que al final resultó descartado:


Lo cierto es que ya había visto esta cubierta antes, en la red, pero ayer al verla en un expositor, al tocarla con mis manos, me puse de mal humor.
Pero ahí no queda la cosa porque, para redondear, esa misma tarde me encontré con este otro parecido que, aunque reconozco que puede ser más casual, ayudó a aumentar mi suspicacia y gran decepción:

Una cubierta de DESTINO que dolorosamente me recordó otra prueba que realicé para el área infantil de la misma editorial y que también fue descartado:


Luego me relajé, y recordé lo que siempre he dicho: que las ideas no son únicas, que somos millones de humanos en el mundo, que hace miles de años que somos animales creativos y que es prácticamente imposible que una idea, una inspiración o una reacción sea única. Cualquier sentimiento o sensación o estado de ánimo que cualquiera quiera expresar, ya habrá sido expresado con anterioridad a lo largo y ancho del mundo y del tiempo, y así seguirá siendo mientras existamos. Lo único que cambiará será el medio y el modo.
A demás, el hecho de que a mí se me ocurriese dibujar a un niño mirando por una ventana luminosa desde una habitación oscura se debe a que, muy probablemente, ya lo he visto antes.

Pero ahora os toca a vosotros admitir que el parecido de diseño entre las dos primeras cubiertas con el funambulista en blanco y negro sobre fondo verde lima es muuuuuy sospechoooosooooooo...

sábado, 3 de marzo de 2012

Tatoo

Dibujo por encargo para tatuaje. Es bastante sencillo pero lo que realmente me costó fué lograr sensación de agresividad en la cara de la serpiente sin caer en lo cómico o lo grotesco y ciñiéndome al realismo en la medida de lo posible. El dibujo en trama de las escamas se lo dejo al tatuador. Él sabrá mejor que yo qué tipo de pigmentos quedarán mejor en la piel del cliente. Y la sangre, roja, naturalmente.

La serpiente emerge a la altura del omóplato y muerde en el trapecio del cliente.